miércoles, 26 de octubre de 2011

2 Oct. Comienza caminata.

Dormimos nerviosos porque hay que madrugar mucho.
Nos han dejado preparado desayuno. Mate de Coca, nuestro fiel amigo de las mañanas, galletas y un plátano.
Taxista llega súper puntual a 4:44.
Mollepata. Vamos en una furgonetilla hasta Mollepampa. Nos sentamos separados pero evitamos ir atrás. En el camino conocemos a Catherine y Dominique su novio, Los Alemanes, dos veinteañeros alemanes, que además de alemán hablan inglés y español fluido. La carretera es infernal, o eso creo ahora, que todavía no he visto las de los Andes, curva tras curva, muchas sin peraltar, la ruta se abre paso entre barrancos, precipicios y quebradas, a pesar de eso la gente va dormida, finalmente en una curva bajando un puertecillo, un poco de grava hace que derrapemos de atrás, el conductor pierde el control y veo como avanzamos de lateral justo hasta el borde de la zona asfaltada.
Desayunamos y comienza el Jaleo Llegamos a Mollepata hay mercado. Desayunamos y se monta el primer jaleo, Roger nuestro eficiente guía nos presenta a Blanca y Chris, nosotros 4 somos su grupo, pero a la hora de desayunar lo hacemos con un gran grupo de 8 personas que resulta que tiene otro guía, un tal Daniel, todo está muy poco claro. Hay un malentendido con el agua con el noruego, que va de listo. Y una movida por el peso de las bolsas con el tal Daniel.
Damos una vuelta por el mercado, que está repleto de fresquísimos productos locales.
Roger nos dice que hay que esperar al coche, que nos sube a Mollepampa.
Rally Paris Dakar. Nos subimos a la caja descubierta de un pequeño camión, esto era lo que llamaban coche, que tiene un tronco de árbol atado para poderte sujetar a algo mientras te bamboleas, mecido por el camino y las suspensiones de ballesta, subimos de 1800 que esta el pueblo a 2200 por una pista de tierra  con unas curvas, pendientes y desniveles que asustan al miedo, pasamos al lado de árboles y arbustos, varias ramas de árboles barren la zona de turistas y hacen que te tengas que agachar, la verdad es bastante divertido y nos ahorra una subida carente de cualquier encanto.
Caminata 1. Nos esperan 7 horas de subida, hasta 3650.   Bajamos del camión y nuestro grupo de 4 encabezado por Roger comienza la caminata, hace sol pero estamos a tal altitud que hace fresco, Roger nos brinda varias buenas explicaciones y se muestra como un guía experto y con capacidad didáctica. La ruta es muy bonita, la altura hace que alguna cuesta se nos atragante. El paisaje es de monte bajo con mucho arbusto y algún árbol, al principio vemos Eucaliptos y algún frutal salvaje, vamos a subir unos 600 mts de desnivel y en total desde el pueblo unos 1000 mts.
Después de 4 horas llegamos al sitio de comer y hay un chiringuito. También hay otros grupos y un grupo a caballo que van a los lodges de 300 dólares la noche. Comemos sopa y espaguetis, todos juntos los 12 del patíbulo.
Llegamos al campamento después de 3 horas más. Cambia el paisaje, comenzamos a entra en una zona repleta de preciosos paisajes de alta montaña, donde escasea la vegetación y abundan las vistas de los montañones,  pasamos varios pedregales, y vamos por el lecho de una riera de grandes cantos rodados, todo debido a que es una zona de brutales deshielos. La última hora de camino es espectacular, comenzamos a ver el Nevado del Salkantay y otro que está del otro lado, son unas montañas majestuosas y con pinta de inaccesibles. El campamento esta en las laderas de del Salkantay y hace muchísimo frio y bastante viento, pero han puesto un cerramiento, una gran carpa, consistente en unas duras telas de plástico como para vientos y un techo de hojalata para meter las tiendas dentro, nos da la sensación que está bien instalado. Las vistas del campamento son en plan Al Filo de lo Imposible.
Merendamos y cenamos casi seguido para matar el rato. La sopa de la cena está muy buena.
Roger nos enseña un juego de cartas que nos acompañara todo el viaje. El Uno.

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